You don't really give a shit... go with it, go with it, go with it!!! {Kristin's Relationships}

- Kristin, ¿tienes un segundito para...? - pregunta una chica que parece ser su amiga.
- ¡Ni hablar! Debo ir corriendo a... - ya se ha ido.
Kristin es, ¿cómo decirlo? Irresponsable a más no poder. Quizá es porque no piensa las cosas antes de hacerlas, o sinceramente, no sabría decir el porqué, pero simplemente parece que nunca haga las cosas bien. O al menos, no en el órden establecido, lo que la hace diferente a todas las demás chicas. Quizá fue la muerte de sus padres, no se sabe, pero su hermano mayor se niega a hablar de ello, así que ella tampoco es muy habladora... A la mayoría de gente le gustan las discotecas, bailar, fumar, pasárselo bien, pero lo cierto es que Kristin, una vampira con todas las letras, es bastante impaciente. Es impaciente y se agobia con demasiada facilidad, a lo que, si se encuentra en un lugar dónde hay aglomeración de personas, a no ser que sea la fiesta del año, se pasará un ratito por allí, y después no volverás a verle el pelo. No soporta ese olor tan característico a sangre fresca.

- Kris, ¿por qué eres así? Antes no eras tan... - le preguntó su hermano una vez, poco después del asesinato de sus padres.
- ¿Acaso te importa? - soltó ella de vuelta.
Sus padres nunca se habían preocupado de ella, aunque la querían, siempre habían estado más pendientes de su hermano menor, por eso es que nunca contestaba a esas estúpidas preguntas. No soporta las preguntas sin sentido, esas que no llevan a nada. ¿Se mete ella en la vida de los demás? No, no es chismosa, entonces, ¿por qué tienen que meterse ellos en la suya? Nunca lo ha visto justo. Y encima, tiene que quedarse callada la mayoría de las veces, porque si te pone la mano encima, o se descontrola, puede verse en un lío tremendo. Pero nunca se dejará pisotear por absolutamente nadie. Sea quien sea. Jamás. Ella es así.

- ¡Oh, dios! Mmmm... - gritó ella.
- Kristin... eres... genial... en esto... sigue... así... - susurró en su oído él.
Le tiene miedo al compromiso. Más que nada, porque se ha acostumbrado a vivir de esa manera... esa manera en que no le importa nada. Después del asesinato de sus padres, ya no había vida. Perdió a dos personas que le importaban y ya no había nada que quisiera. Conoció a Stefan D'Arcy, pero, aunque le llamaba la atención, prefirió cortarle tajantemente, ya que sino, acabaría enamorándose, y sabía que ella no era buena para nadie. Si ve a un chico que le gusta, se lo lleva a la cama en lo que canta un gallo y después actua cómo si nada hubiese sucedido. Ha tenido un par de novios, pero ninguno de ellos estaban a su altura. Además, con todo lo de sus padres, ya ha tenido suficiente. Ahora es hora de rebelarse. ¿Conseguirá alguien adueñarse de su corazón?